sábado, 17 de septiembre de 2011

Cuando asechan los espejos

 

Todo lo que olvido en el rincón del pánico
trasmuta en las tijeras que corren por mis venas
y sale por mis ojos, que brillan como eléctricos.

Después vienen absurdos aromas de frutales,
el color indefinido de lo que no tiene reflejo,
el batir de unas alas que no encuentran el vuelo,
el confuso despertar en las arenas sin viento...

Así los funerales al filo del deseo
se adentran en distantes, sinuosas caravanas.

Así los infames, perversos mercaderes
tocan a mi puerta cuando asechan los espejos.


Me queda una palabra para defenderme del lenguaje,

pero el sol está oscuro e ilumina trabalenguas.

 

 

 










jueves, 14 de julio de 2011

Nos observarán siempre


Nada se mueve,

espacio ritual de los desiertos,

este lugar está en mi mente

como rectángulo conceptual.


Nada se mueve

ni se insinúa,

reflejo de luz fantasmagórica

debatiéndose entre el miedo

y la madrugada.


Todo se anuncia

y se acongoja

y las manos de piedra

seguirán cerca

y los quietos azules

nos observarán siempre.





domingo, 19 de junio de 2011

El Condenado

 

 

Al final del expediente

nadie cruza,

nadie vuelve la vista.

Allí van las rutas
camino del cadalso.

Allí va el condenado
con una astilla en el ojo
y una ganzúa
pérfida hasta el hueso.

Garúa sin café por Tribunales.

El condenado espera
desarmando sus tobillos,
atando en sus rodillas
los cordones del zapato.

El condenado lleva entre sus barbas
lentejuelas y alfileres,
gusanitos de manzana.

Los niños le arrojan serpentinas
y le roban el ombligo
al pasar por las ventanas.

Es tan duro este día
para los hachazos de marzo,
para el viento y los molinos
y los camiones de ganado.

Los condenados lloran su muerte
sobre los techos de chapa,
los galpones del suburbio
en silencio se atragantan.

Un hilo de saliva no encuentra el piso,
se corta la cuerda por la parte más delgada.

Quien no paga en esta vida
la locura acumulada
es condenado a escalera
en un cuarto sin terrazas.

domingo, 23 de enero de 2011

Pampa




¿Que hay entre la imaginación y el horizonte?

Paisajes,

llanuras interiores

parecidas a la mar.


Sin embargo sólo lo sutil habita,

sólo lo efímero

y lo sexual.



Hay laberintos en la mente,

aquel árbol a la distancia

se parece a un espejismo,

escenario fortuito de galopes,

espectador anónimo,

algún contrapunto,

sombras y siluetas

se me antojan infinitas,

y se quiebra mi corazón

en las verdes llanuras,

y se quiebra mi corazón

en mil añicos

que se incrustan en el horizonte.


Hay antiguas paradojas

en esta geografía,

espejo final,

deseo,

pampa,

así de verde.








jueves, 6 de enero de 2011

Y ahora


Y ahora,

repentinamente,

ahora que ya es tarde para desencuentros,

ahora que el olvido te reclama

así...

Así van las aves a sus nidos rosas,

así tus ojos se cierran

y te agigantan.











sábado, 1 de enero de 2011

Veneno



Quise pronunciarte,

beber tu veneno.



Te busqué en lo perverso,

entre la selva humana,

espasmódica de sudor,

jadeante de lujuria.

 


Te encontré entre flores de adulterio,

entre blasfemias…



Te encontré y te bebí,

dije tu nombre

que los poetas no dicen,

los guerreros no gritan,

ni los amantes susurran.



Dije tu nombre prohibido,

sólo por alcanzar las íntimas cicatrices,

las fatalidades.



Ávido de ti,

ávido de mí

y ávido de muerte.



Te nombré y te bebí.



Y me surgió del cuerpo,

a borbotones,

la poesía indecible,

que solo oyen los malditos.