domingo, 31 de octubre de 2010

Y la vida es un diente envenenado



Las mañanas de metales calientes

de sueños mal construidos

las mañanas de ojos abiertos

y arquitectura carcelaria

las mañanas duras y entreabiertas

las mañanas en que no amanece

las mañanas con luz de tierra

con ojos muertos y dedos colgantes

esas mañanas en que tengo dientes y ombligos provinciales

las mañanas de carnicerías y clínicas psiquiátricas

las mañanas con sol de entierro




Y la vida es una almohada explosiva

y la vida es un diente envenenado.









sábado, 30 de octubre de 2010

De estos días

 

La garganta que baja y camina
y el sol que desde fuera la llama,
la garganta y el sol que se queman,
el sol que grita y resbala...

Que penetra en la garganta,

que la envuelve,

que la escribe,

la ilumina y la desarma.






Y la vida es una almohada explosiva

y la vida es un diente envenenado.






lunes, 25 de octubre de 2010

Hay un día prohibido

 "A las palabras de amor les sienta bien un poquito de exageración"

Antonio Machado

 

 

Hay un día prohibido en octubre,
hay un día prohibido
y peligroso.

Ni los gnomos quieren pasar
por ese lugar del almanaque,
esa fecha no se puede pronunciar.

Hay un día que no tiene aniversarios,
que ni los astros se alinean
ni se conjugan los amantes,

un día inaccesible e innombrable.



Fue así,

primero hubo un tiempo
perdido en el tiempo,
días, meses, años.

después una brisa con fragancia de cerezas
y una espera fugaz como un relámpago,    

luego un encuentro que simulaba formalidad,

que sí, que cómo te fueron las cosas,
que esto, que lo otro…

y una breve caminata hacia el refugio adecuado.

Una vez allí,

_cómo decir...

Revoloteaban ángeles y demonios !

Se rompió algún sortilegio milenario,
se abrió alguna Caja de Pandora.  
   

Hubo besos como mordidas,
abrazos que estrangulaban,
caricias que lastimaban,
genitales se fusionaban.
se estremecían,  
estallaban.

Cuerpos se desvanecían
entre las sábanas
y volvían a emerger
desenfrenados.


Hubo,

Hubo…

Hubo.

Sabe Dios qué es lo que no hubo.


El fuego, supongo,
habrá destruido lo que les quedaba.





Por eso,


si algún ## de octubre
se cruza en tu calendario,

evítalo,

pásalo a otro día,

ignóralo,

hazte el distraído,

esquívalo,

dile que no te encuentras,

que llame en otro momento,

o mejor…

Que ya te has olvidado,
y que no hay nada en este mundo

que no se lo devore el tiempo.







domingo, 24 de octubre de 2010

El mago futurista

A Xul Solar



Allá vas con tu cosmogonía rioplatense,
con tus zodíacos iluminados
por otros tuyos realidas leveles,

Ibas con hélices y yo te saludaba,
¡jelouchausi multisabio luximago!
flors erat con pétalos de metal,
in teu orbis eu vidi
volavan populus et craudescosmis,
vidi que hay puentes colgantes
travisando los abismos da xiudá,

veo un centenar de banderas,
un país, todos los países,
veo una máquina voladora
en una niebla de muchos trocacolores,

¡jelouchausi mio sanmagio!
eu te saúdo,
floto ibas alejos, allá lejos ibas flotando
el viejo astrólogo levita
por aquel universo de doce dimensiones
uail yo saúdo en tu creol,  

allá lejos iba flotando,
elucubrando mitologías y lenguas,
metarelixiones et misteriofísicas,

y un cien de yuxtabanderas,
y todos los símbolos, los signos, los arcanos,

todo,

todos los universos caben
en tu casita deltaparaná.










sábado, 23 de octubre de 2010

A esta hora de lo imposible

 

 

Te camino Buenos Ayres

Te camino con paso de guadaña,

aldea de callejas siempre noche

y siempre fiesta.

Te camino a gritos,

ciega está mi alma

y solo blasfema.




Te camino a esta hora de lo imposible,

cuando tus antiguos moradores

se reúnen en circulo

de presagio.

Te camino

y caigo ante tu cáliz,

ciudad sagrada,

la serpiente y el ave

entre tus calles que van y vuelven.

Y de tus límites vislumbro…


Las cuatro encrucijadas

las cuatro esquinas

exactas

del universo. 



domingo, 17 de octubre de 2010

Breve discurso marginal



No es fácil, no,
volverse caja y quedarse mosca,
perder el juicio
y chamuyar desde un castillo
despotricando comadrejas.


Es difícil como un alfiler,
como un alfeñique filoso,
eludir el caretaje
cuando la noche es ululosa
y marginante.


Al César lo que es del César.
Es decir…


No se puede escapar del mundo por andar sin equipaje,
o esquivarle el bulto a las arremetidas del destino,
ni evitar el entrevero porque falten jugadores.


Pero las puertas de este loquero no se abren los domingos,
y la sabiola y el colchón se me piantan de costado.


Y me dicen colifato, tocao y pocoseso,
y yo digo que desafino para no contradecir a la orquesta.


Porque a este circo no lo entienden ni los dueños ni los monos,
y porque a la final…


A los caretas intrascendentes, no hay carnaval que sea suficiente para taponarles el agujero. 









viernes, 15 de octubre de 2010

Imagen sorprendida

 

 

Si perdieras tu andar en este páramo
inquieta sombra de mujer del aire.
Si perdieras tu andar, si lo olvidaras
ausente paloma, promesa de labios,
sé‚ que no podrías volver sobre tus pasos,
serena y fértil
dejarías caerte lenta
en este surco
íntimo de arado.


 
Sé que no podrías volver sobre tus pasos,
es tan bella la imagen sorprendida
de la completa desolación, errante torcaza.


La noche
extiende entre estas sábanas
sueños únicos, de pico negro y alas largas,
y una estrella sin filos
se diluye
soñadora y gitana
girando sin cuerdas
ausente y lejana.


Es tan bella la imagen sorprendida
de la completa desolación, campesina blanca.

 

Es tan bella la imagen sorprendida
de la completa desolación, rincón de guitarras.



 
Inquieta sombra, paloma lejana,
te conozco tanto, te conozco el alma,
te conozco el vuelo, la risa y el aire,
conozco cuando te alejas pensando en quedarte,
te conocen mis manos arcilla indomable.


 
Las palabras te llaman
te nombran y callan…


 
Y este pájaro salvaje te reclama.


 
Y este pájaro
 
salvaje
 
te reclama.






domingo, 10 de octubre de 2010

De solo pronunciarlas





Esfera arcaica de pólvora y caléndulas
que se asoma al horizonte
y domina la metrópolis
con palabras anacrónicas.



Escaleras mecánicas al cielo
que conducen multitudes
hacia las torres fantasma
donde brilló la civilización
con palabras hipnóticas.



Bestia del firmamento
que devora la resaca
de masivas borracheras
y de sábados frenéticos
con palabras noctámbulas.



Palabras de vida,
para relojes palpitantes.



Y palabras de muerte,
que destruyen la carne y el hueso…



De sólo pronunciarlas.















viernes, 8 de octubre de 2010

Renacimiento marginal

 

Flores impuras
las putas se ponen huecas
cuando el día golpea
su martillo más duro


Flores impuras
el pibe de las estampitas
se acurruca adentro de un zapato
y se duerme sin querer


San Cayetano se le escapa

Entre la gente se le pierde
   
 
Flores impuras
Crimen en la terminal
la mujer sola
se espanta con piel de gato
mientras algo como lluvia
corroe sus huesos
a la entrada del subte

Este es el despertar del gran sueño delincuente
   
La gente afila sus puntas
y toda creación es santa


En este cuento no hay lobo
ni salvación posible


Queda solamente un pan

pero ya no se multiplica.







martes, 5 de octubre de 2010

Nuestros últimos paisajes

(Título original; "Planetas virginales")

    

 

Reiteración,
página en negro...

Y el límite de la noche
se transforma en madrugada.
    
Voy quemando las distancias con tu fuego,
voy buscando en esta cama
nuestros últimos paisajes,
las llanuras, los abismos, las heridas,
las lunáticas blasfemias,
los planetas virginales.

Tengo esquinas,
que me persiguen,
con furias asesinas
y garras animales.

Tengo desencuentros
que no me alcanzan
para llenar la tarde
de tenues, de azoteas y de hastíos,
de oscuros besos, de obsesiones,
de goces púrpuras
y de convulsiones finales.

Demasiados vientos son los que me acosan,
demasiadas son las bestias,
las rapaces, las arpías,
las malvadas.
              
Ya no podré escapar
de tantas ferocidades.
 

Hoy me ilumino sin querer
con el obstinado fulgor
de tu relámpago...
    
y es obsceno tanto amor,

y es funesto tanto encanto.

 

 






Aparición

A mi Padre, Enrique Antonio Moschini.
Detenido-desaparecido el día 3 de diciembre de 1976.
A los 30.000 todos.


   


¿Cómo imaginar la figura de lo ajeno?
lo distante,
lo recurrente.


La superficie de un estanque
quebrada por la repentina piedra que se hunde,
   
o aquello
   
que viene cayendo infinitamente y mudo,
que vuelve eterno pero ausente,
como una imagen
en una pantalla de televisión
entre signos y mensajes.



Aparición


y la superficie de un estanque que se aquieta,
pero ya no reposa



Noviembre huele a madreselvas,
Mayo a hojas secas
acumuladas por el viento nocturno,
crepitar de luz en las fogatas.
 
Pasan soles alborotando el mediodía,
y lluvias oscuras repartiendo paraguas olvidados


Las gentes salen, aparentan y se repiten,
   

Pero no es real,
es sólo una copia gastada,

 
Una vieja película de cine mudo.



      Imágen collage, Horacio Moschini




Aquí mi último libro

Esta casa donde habito


Esta casa desdibuja
las ventanas en su alberca,

esta casa donde habito
tiene lunas prisioneras,   

el sol es un rectángulo
que atraviesa por sus puertas,

cada objeto que la ocupa  
se entrecruza con mis venas.

Aquí no pasa el tiempo
se insinúa y no se muestra...

Aquí no pasa el tiempo,
se aproxima y se aleja,

costumbre de los mares
de ignorar a sus mareas,

manía de relojes
que se escapan por las grietas.

Llevo días, llevo horas,
llevo más. Eternidades…


de vigilia,
de noctámbulo,
de caminar por las arenas.


Esta casa tiene costas
y barcazas que navegan,

tiene historias indecibles
que los marineros cuentan.


Esta casa donde habito
puso anclas a mis penas,

esta casa donde habitan
mis naufragios y quimeras.




Eres como este barco

A María Lua y a la mujer brasileña

- Traducción al portugués por María Lua -





Mujer de noche
labios negros y trenzas
brilla un sol latino
y bajan los héroes de sus estatuas.

Eres como este barco mío
que se aleja hacia la costa deseada.


Caen las banderas
sin discursos ni epitafios
sin ofrendas
cae la luna
a tu costado.


Mujer de noche
caigo de tanto oscuro que llevo dentro.

caigo y me duermo
de tantos sueños.


un sol con trenzas te brilla en los labios
e ilumina cubierta en nuestro barco.



Mujer de noche
esta canción no tiene ramas
ni carne, ni huesos
ni dios, ni esperanza
y mi barco se hunde
en cada palabra.


Mujer de noche
cae ya la tarde
recoge las velas
olvida este canto
atrapa este viento de abrazos
que envuelve tu alma.


Que todo se transforme en cuento
a nuestras espaldas.










- Português -


És como este barco


A María Lua e à mulher brasileira



Mulher de noite
lábios negros e tranças
brilha um sol latino
e baixam os heróis das suas estátuas.


És como este barco meu
que se afasta para a costa desejada.


Caem as bandeiras
sem discursos nem epitafios
sem oferendas
cai a Lua
ao teu lado.


Mulher de noite
caio de tanto escuro que tenho dentro.

caio e adormeço
de tantos sonhos.

Um Sol brilha latino

um Sol com tranças brilha em teus lábios
ilumina o convés do nosso barco.

Mulher de noite
esta canção não tem ramos
nem carne, nem ossos
nem deus, nem esperança
e o meu barco se afunda
em cada palavra.


Mulher de noite
A tarde está caindo
recolhe as velas
esquece este canto
agarra este vento de abraços
que envolve a tua alma.


Que tudo se transforme em conto
às nossas costas.











Con palabras articuladas

"Oré en voz alta, menos para suplicar el favor divino
que para intimidar a la tribu con palabras articuladas".
Jorge Luis Borges
de su cuento "El inmortal".


I

Lo rebuscado y obsceno,
lo que surge del caos,
lo que se lee entre líneas,
lo que se muestra y se oculta
insidiosamente.

La escritura,
un instrumento pornográfico
en manos de la poesía.

Cielo cruel y fascinante,
el tiempo acumulándose a los costados
del animal todopoderoso.


La tarde emana su olor
de fruta prisionera.


Y los que nunca duermen
se reúnen y conspiran.

II

La luna surge,
una bestia blanca lacerando el firmamento.



Pero aquí es el idioma,
y la luna es aquí una palabra
signada fatalmente por la letra u.

III


Entre el acto
y la contemplación
hay un punto indefinido;

vertiginoso pasaje,

regresión sin fin:

La escritura,
descubrí el oficio como se descubren las inclinaciones perversas,
en horas de laborioso aburrimiento,
de tiempo que se va enroscando
con lentitud de reptil.

IV


Estigma,

metáfora de poder,

Hay lenguas infames al acecho,
por aquí y por allí
surgen de repente.

La ciudad en desorden,
regresan jaurías y comadrejas.


V


Hay, en las ficciones, y por consiguiente en los hechos,
algunas pocas veces en que la verdad se nos revela en la elocuencia de lo inverosímil.



Los francotiradores inexistentes
sonámbulos en las cornisas
ocuparán inevitablemente sus puestos
como agujas innombrables.

Uno a uno
irán ocupando esos sitios
ya con anterioridad reservados.

Un sitio en la muerte,
un sitio en la pantalla,
un sitio en el montaje del show,

el ojo imbécil engordará venturoso.

VII

Cielo cruel y fascinante,
se ha instalado rosa al borde del paisaje,
generoso y llano como un adverbio,
pétalo y metal
de flores oscuras en lo negro
y palabras que vuelven sobre sí mismas,
vuelo de helicópteros,
insectos recurrentes.


Toda existencia se me antoja azarosa irrupción,
fruto ambiguo de la suerte.

VIII


Y aquí estamos,

solo nos quedan imágenes desdibujadas,

fotografías color sepia,

y un idioma,

un inexplicable sistema de signos

en guerra contra el universo.



Amora

A Jocelyn Romero Umali





Medusa inconfesable de resplandores eléctricos,

Amora,

lado femenino de un concepto sin género,

extensión de una palabra.

Destello de espejismos,

fragmento esquivo infinitesimal,

astilla de un naufragio,

arena entre las arenas, desiertos y mares.




Alucino que te encuentro

y te vuelves a escurrir

entre los dedos, como arena entre las arenas…




Resplandor de los países cálidos,


Amora,

lado femenino de una contradicción sin opuestos,

extensión de una palabra,


Amora,

resplandor de los hielos y glaciares.

Una vez y otra vez te desapareces,

te desentimismas y te ofuscallamas,

Amora,

en inmensidades insospechadas,

en vacíos insondables donde la nada es sólida.




Amora, mi medusa,

tu mirada única que se precipita sobre las multitudes,

y cae, Amora tu mirada, en tirabuzón impertinente.




Amora, tu mirada,

tu mirada me atraviesa,

tu mirada me sublima, me petrifica,

y me desarma.




















Los que vuelven despiertos

 

Algunas naves regresan
desde el punto muerto
del horizonte.


Y noviembre desvanece una luz
al costado del puerto.


Algunas naves regresan
a los suburbios
y a las cantinas,
al humo verdoso
del tabaco y las alucinaciones.


Irán por el lado oscuro
sus tripulaciones fantasma.


Absurda suerte de los que vuelven despiertos
a los pozos de silencio
allí, donde las sirenas no cantan.


Cuando la orilla de la noche
se transforme en madrugada
y todo se desnombre, y todo se desarme
esta ciudad borrosa tendrá calles sin salida.


El navegante intentará cruzar sus líneas imaginarias.

 

 

 


 

 

 

Manifiesto de una flor rabiosa

A Allen Ginsberg


 
Escandalosa y auténtica,
esa flor rabiosa de pétalos explosivos
renacerá
para guiar a las próximas generaciones
hacia un brillante y virgen escenario.


Yo, he caído tantas veces,
herido de muerte
en esas trincheras marabunta,
y he ostentado cicatrices sublimes
que hoy se reflejan oscuras
en el espejo del alma.


He fumado de mis propios aullidos
elucubrando primaveras,
eróticas artillerías,
libidinosas amapolas.


He bebido la leche de la luna,
para alumbrar con esa luz las avenidas
y he contemplado inexplicables barcazas
navegando por los ríos de cemento.

 
He visto todas las imágenes,
yo mismo he penetrado esta selva
entre laberintos de serpiente
y semáforos acechantes.



y yo sé,

 
que el sonido de las alcantarillas
alimenta el insomnio colectivo.

 
Que la luz de los prostíbulos
ilumina las palabras de los santos.


Que el lenguaje marginal de los suburbios
se convierte en poesía subversiva
cuando las musas excéntricas
se agitan sobre el filo del alba.


Y yo sé,
 
 
que esa flor rabiosa
de pétalos explosivos,
será la guía que nos lleve
hacia ese brillante y virgen escenario.


 

 

 


 

En un acto simétrico

 

Un barco vacío
quieto en esta arena,
lugar en blanco,
y por fuera
oscuranoche,
por donde asoman los cactus
y las enredaderas.

 
Un barco inexplicable atravesado por el desierto,
su mástil inclinado hacia la luna,
sus líneas en desorden como signos,
su confuso nombre de mujer.


 

Y el tiempo que no transcurre
 se pasea por la borda
como mago luminoso.

 

¿Por qué me trae a esta imagen la poesía?
Presiento que me llaman
sus habitantes tan extraños,

   
en un acto simétrico al que yo escribo...

 
Me buscan,

   
               alienados,
               marginales,
               desposeídos.




 


 



Canciones de lenguaje negro



Corazones amargos
tus calles
cuando el martillo golpea la tierra
con claros ritmos
exactos y rotundos.


Y todo este cuerpo
poblado de voces
va formando un reducto
donde se ahoga el silencio.


Se derrumban palabras distantes
y la noche se cubre de iglesias,
un sol lejano, siniestro se alza
mezcla de humo, de barro y de miedo.

     
Pero está tu boca
tan llena de labios
que pierdo canciones
de lenguaje negro.


Para crear este ambiente
de oscuridad milagrosa
y sentir que la muerte
no nos ha abandonado.

 

 

La felina oscuridad

 

 

Llega la noche y me invade el deseo
de escribir palabras oscuras, esquivas y gatunas,
como cornisa, como acecho, como tejado.

Saltar las paredes del insomnio,
ir tras tus pasos sigiloso,
siguiendo las señales que dejaste.

Maullar como lunático,
encontrarte, sorprenderte, iluminarte...

En la felina oscuridad
nos sentimos protegidos
y encontramos nuestras musas,
nuestros duendes,
nuestros ángeles…

Y así,
hasta la madrugada,
seremos gatunos,
seremos pasión,
seremos alarido
y arrebato.

 

 


Por aquí pasa el lenguaje

 

Arriba todo blanco,
escaleras y lejanías,
se desplaza la metáfora como nube.


Este cielo,
sólo luna, sólo arena.


Veo crecer la noche

y caer los discursos.

 

Por aquí pasa el lenguaje,
su alma ordenada según eterno amanezca,
según deseo se eleve,
por aquí su música, álgebra y minuto,
su relámpago sin tiempo.

 


 

En los últimos días

 

 

Te acercabas bajo el sol,
ausencia perdida en la ausencia,
te acercabas entre palomas y campanarios.
 

Te acercabas de frente,
claro signo,
consagración del destierro.


Y una madrugada imperdonable
te envolviste a mi sombra.


En los últimos días
que cruzó el sol la línea de tierra
se acumulaban nuestras copas caídas,
nuestras botellas sin alma,
corría un viento viejo
de ventanas sueltas
parecidas al silencio.


En los últimos días

que cruzó el sol la línea de tierra...


Nació tu amenaza mortal,

y tu poesía. 

 

 

Velorio de los insurgentes

 

Están muertas las gaviotas sin noche
quienes esperaban justicia agrupándose en los puertos
y los que se fueron de la vida sin llevarse su cadáver.



La sirena de un barco que se aleja
nos anuncia que de esta tierra
está surgiendo la sal más imperdonable.


El sol no retornó de la fábrica,
un aullido
nos recorre la memoria con rumor de alcantarillas.


Y se ha quedado con el dolor sonámbulo
su rostro frágil atravesado por la ausencia
y una bandera sin colores
clavada en el vacío del alma.


El mate y la canilla
trasnochan en el velorio de los insurgentes
deambula un fantasma de martillo
su ronda de medianoche.


Y va la muerte
su barril de ojos enlutados
a esa esquina donde el viento se amontona.





El sol vomitó luz negra

A mi padre, Enrique Antonio Moschini

Detenido-desaparecido el 3 de diciembre de 1976.

A los 30.000 Todos.

 
 

Estaba oscuro el sol

brillaba con luz siniestra

pero al momento que te llevaron

Enrique…

el sol vomitó luz negra.



Quienes tienen del herrero

Las manos blancas y pesadas,

quienes repiten cada día

la alquimia del pan y del molino,

o quienes no tienen más nombre

que Pedro y María,

te recuerdan mejor que yo.



Enrique es de su pueblo en silencio

porque su pueblo calla,

calla, pero no se olvida.



Porque ahora Enrique

y quienes levantaron un candil

para romper la tiniebla.

y tienen madres en la plaza

o tienen hombre o mujer

o hermanos o amigos

o aquellos...

que sólo tienen la tierra

el polvo y el viento.


Ahora vienen juntos

con una voz ya serena.

     

Ahora vienen juntos

con su resplandor de estrella.

     

 

 

       







(Escrito en 1983, revisado en 2019).  



Pero yo levanto este canto

A César Vallejo

 

Hoy escribo sin permiso,
sin derecho,
la muerte de todas las paciencias.


Y elaboro sin justicia
este intento nuestro y mentiroso,
exponiendo mi cara de cadáver
a la última muerte que le queda.


Con platos y dientes en las manos
levanto una sombra de guerra,
levanto tu boca arenosa
que escupe palabras de tierra.


levanto este canto y levanto
mas alto que el miedo una linterna,
donde habitan los huesos oscuros
desato un viento de lenguas.


Resuena la palabra altanera
de quien no tiene derecho
porque piensa cruzado.


Resuena cruzada en el altar de los hombres
la oración del intruso que reza parado.



Pero yo levanto este canto
y lo reparto a empujones,
a empujones te llevo conmigo
para escribir este odio
este desprecio
te llevo conmigo.


Cesar Vallejo


Vas poniendo monedas bailarinas
en los bolsillos de obreros que duermen.


Yo le canto a tu vida entrecortada.


Yo le canto a tu muerte desprolija. 

 

 

Insomnio geométrico

 

Cabeza espejismo de cactus,
ojos derritiéndose al sol,
visión narcótica en cámara lenta,
huesos luminosos expuestos.


Voces del eco que retumba,
Llamando a inesperados mensajeros de la muerte,
las aves míticas regresan impiadosas,
y ya no quedan manuscritos que nos salven.


No se puede volver del misterio revelado,
ni esperar la hora del insomnio a plena luz del día,
no se puede ignorar la respuesta del averno
ni suicidarse con visiones de un cielo enajenado.


¿Cómo escapar de esta escena reiterada?
destrozar este instante que está fuera del tiempo,
estallar sin prisa, sin nombre ni condiciones,
desvanecerse lento como rocío inesperado.



 


 
 

 

Y adivino la historia - A Federico García Lorca


 

En un giro de caracol
se levanta esta aldea
por la línea absoluta y vertical del aire, y un cielo audaz
sube y se deshace
en lluvias abiertas de claveles
y un viento de puñales
abre las ventanas.



Y adivino la historia
en las huellas de polen
que dejó la muerte...



Teje la noche una manta blanca,
y un ogro andaluz devora doncellas,
patos salvajes y cervatillos.


Teje la noche una manta blanca,
dos niñas con la máscara de la traición
se llevan a Federico en un carro de flores
por el camino de los olivos.



Lloran oscuras guitarras
al paso de un carro de flores.



Lloran oscuras guitarras
un llanto de mil dolores.


Y adivino la historia
en los rastros de poesía
que dejó la muerte...

 

 


 

lunes, 4 de octubre de 2010

Invocación a la canilla




    Despierto,
    maldigo al espejo
    y me levanto con mi lado izquierdo.


    Mi lado derecho
    como todos los días apaga el reloj,
    como todos los días prendo fuego a la cama,
    invoco a la canilla
    mientras camino
    entre las espesas columnas de humo
    que se van apoderando de la casa.


    Como cada mañana
    saco mi espalda del ropero
    en tanto que mi lado derecho se levanta
    y tose un poco.



    Meto la radio en un balde de agua,
    y después de calentar mi corazón
    en el microondas,
    hecho café dentro de mis zapatos
    y salgo a la calle.


    El sol va clareando las veredas,
    los vecinos se saludan,
    el barrio amanece entre bicicletas y supermercados,
    todo parece simple y adecuado,
    como todos los días.


    Entonces se me hace un nudo en la corbata
    y comienza a filtrarse la angustia
    de preguntarme;
    si los dioses cotidianos
    percibirán los rituales de un tipo como yo;

    me digo a mi mismo “_No lo tomes en serio.”

    “_No te hagas de esto un problema.”



    Pero surge finalmente la maldita duda:



    No sé si soy trueno o cepillo dental.



     













Lo irracional





El poder, siempre sensual
desconoce los pasos a seguir,
tan frágil y efímero
corazón anarquista enamorado.


Dejar de soñar con un reloj
que no alcanza para presentimiento,
un reloj
una forma de ser elíptico en esta vida.



Sentirse cada noche en la cornisa
a la hora que se aproximan
lo crudo y lo pelado,
lo irracional,
lo que tiene forma de espejo.


Y escucharse respirar
uno mismo.










Sweet moon


a Jenny W.  


Hoy me pierdo
como cayendo sobre tu cuerpo
una y otra vez;
sabiendo ya
que nada tiene sentido.


Tan lejana me  resultó la belleza
tan distante,
que me veía desde afuera
como si fuese otro.



Hoy me pierdo
atravesado por el viento
como disgregándome en una lluvia lenta
sobre Monte Grande.


Me pierdo
esparciendo entre las sábanas
nuestros fragmentos húmedos
de amor interrumpido


Y no sé si llegaste a la fatalidad

Y no sé si llegué a los diecisiete


Pero sé que igual estamos condenados


a la sensualidad,  a la tragedia,  a la madrugada


por eso me pierdo
esta es mi huida.


   
En esta impensable quietud que nos rodea
donde mueren los discursos
donde caen las estrellas
y los rieles continúan oxidados

yo necesito de tu ausencia



Pasarán los días
Pasarán las lunas, los eclipses
y bajarán las mareas


Pero estamos condenados

y una noche finalmente nos encontraremos
de frente a la verdad


y ya no podremos evitar lo demás.
 
 






1991

Que cuando digo palabra


Una herida bajo el sol
donde tanto duele el día…

Y un hombre que busca
su despertar en espejos,
y por comprender
no dice palabra, ni gesto procura
ni aun eleva en manos
absoluto deseo.


Pero extiende mano y mano a cada lado del mundo

y va esta fina luz de vela:




"Ha caído hombre en sus mitades
¡Cuanta sal derramada!
dio a mundo lo que a mundo era
caído hubo sal en desierto y luna
donde agua no pertenece"



"Mía pena gatuna me alzo en escalera
levantando manos en ronda
y desliza luna, luz albina blanca
por ventanas donde a tiempo se enamora"



Que cuando digo palabra
interpongo universo entre palabras
que cuando te nombro
te ordeno con tus propios signos,
sorprendida sombra te saco del mundo
y te llevo a otro más exacto.



Que por nombrarte
Piedra y cielo
sombra y soledad...


Me vuelvo.



La memoria



Retrato pálido
resabio de la tierra amada.

Vuelvo hacia la luz quieta por los años
agitando una bandera negra de tiempo irreal
y de días en silencio.


Puedo percibir el miedo
que recuerdan mis antepasados.


La memoria muestra sus campanas rotas

sus pozos sin música

y esa presencia

de lo que está dudosamente quieto.


Espejo sin retorno,

llanura del mediodía...
 
Todo lo que amanece va formando palabras que se alzan cada tarde y que sólo desvanecen de madrugada.



Caos



Caos es la medida de lo existente,
lo que se destruye a si mismo
una y mil veces,
lo que muere repetidamente
en su propio ser.


Nos alimentaba una loba
más negra que la noche
porque éramos animales oscuros.

Un nombre se repetía como arpegios,
un nombre que viajaba en trenes inexplicables.
 
   
Caos que se multiplica en lo impar
y en lo nombrado.


Caos en lo reflejo y en lo inverso.



Caos...
 
En lo desatinado y último
de los refugios

 

 

 






 

 


Cuando las horas pesen


Llegaré entre viento seco
llegaré de noche
cuando las horas pesen
y la absurda fiesta
cansada y ya medio aburrida
se haya vuelto marioneta.



Me acercaré‚ a tu mesa
con mi perfil de tierra
habrá  una copa alta
de vino de madera
estarán húmedos tus ojos,
tus ojos de pecera...


Me extenderé a tu lado
como un gato azucarero.

Susurraré tres besos.


Como todo lo que vive y se manifiesta
me enredaré a tus preguntas
diré tus palabras
me crecerán flores y daré semillas
luego nos iremos.

Me llevaras contigo
por una calle angosta
y sin esquinas

y entonces...

Se pondrá  alta tu sorpresa
cuando mi voz se ponga hueca
y comience a escaparme
por un espejo sin puertas.

Gritarás los nombres
de los mil demonios
que pueblan tus polleras.

Por maldecirme inventarás sonidos
llorarás avispas muertas.

Te imagino besando la pólvora

te imagino violando cementerios.



Esta será  mi pequeña venganza.


Es tan grande mi amor


que siempre termina negro..

 

 




Cine



A esta sala oscura

hemos concurrido por herméticas razones.


A modo de caverna,

tendremos el privilegio

de contemplar algunas imágenes,

unas pocas,

destellos solamente,

retorno circular.


Superposición de criaturas

devoradoras de luz.


Conspiración,

espectadores en nuestras butacas

y la delicada condición de cómplices.

 

 


 





Ornamento




Tantos años para volver a ti

luz del rincón mas exquisito

jardín venéreo


donde el dulzor es como sabia

racimos como novias


 y arabescos.





Glorietas y lagos


túneles de amor

marquesinas

y corazones para mis bellas

las esculturas travestis


de mis vidrieras.



 


Lisura de la piel


me crucifico

torsos como heridas


me desgarro

puñales como escotes


me ilumino

pezones de mármol blanco.




 

Tantos años para volver a ti

sensación de haber perdido los recuerdos


sensación de habitar escenografías.






Tantos años para volver a ti

luz del rincón mas exquisito

reiteración sensual de mis soñares.









Como una ambición murciélaga




No sé qué hacer con este tornillo,

con esta daga en espiral que me atraviesa la nuca.

No sé qué hacer con esta urgencia descubierta

de oprimir una luna ávida de muerte.




Ni la más puta idea tengo...
Qué voy a hacer con esta espina,
con este sexo luminoso y extremista.

Se me escapan los minutos,
los relojes, los hechizos
y me acosan los dolores, los éxtasis,
los inertes, los sublimes.

Y no es atormentada la canción,
y no es atormentado el transcurrir ni la epopeya...

Es este tornillo desesperado
que se impone y se proyecta
como una ambición murciélaga.



Ay! este tornillo,


así en la tierra como en el cielo.






Excéntrica y azul



Ya sin alma
se ha quedado mi loba,
mi pena ardiente,
mi navaja terciopelo.


Se me ha perdido su cuerpo
como la viuda negra
en la multitud inmensa.





Y yo


que camino al acecho,
que me sale fuego por los zapatos
de tanto caminar.



Que mis últimos autobuses
pasan como fantasmas.


Yo te nombro
Santa María.


Te llevo en silencio.



Excéntrica y azul
bendita tú eres
por las calles vacías.




Eres la bestia
que no alcanza la luna.


Eres la loca que yira
entre todas las mujeres.


Yo te nombro


Santa María,


loba de tus hijos marginales,


lleva nuestras vidas
a tu abismo blanco.









sábado, 2 de octubre de 2010

Nosotros



Encuentros y desencuentros…
otra noche como tantas,
calurosa Buenos Aires,
dulzor caótico en los dientes,
y estos dedos como agujas
que se hunden locamente,
buscando...
las zonas más eléctricas
en lo húmedo,
los resplandores,
los fluidos imperiosos,
los aullidos marginales.

Y nosotros,
como intrusos fulminantes
irrumpiendo en lo perverso.

Y nosotros como ratas,
como lobas putarracas
carcomidas por la fiebre
desarmando la poesía.


Y nosotros,

lúcidos,

fatales y a contramano,


Nosotros.